¡Transportando la ciudad al campo y el campo a la ciudad!

Por: Padre Walter de Jesús Zapata Velásquez
Guía espiritual RCN y Flota La Macarena

Apreciados lectores de nuestra revista Aventuras Macarena, reciban en esta edición número 47 nuestros más sinceros saludos de bienestar, amor, felicidad y prosperidad para ustedes y sus familias. ¡Qué la salud y la protección divina sean siempre su compañía!

Llegamos con todo a ustedes en cada mensaje para alentar sus vidas, fortalecer nuestro espíritu de amor y sentido de pertenencia a esta gran empresa, una de las mejores de nuestro país, Colombia, nuestra patria linda, por la que cada amanecer y cada anochecer ofrecen un paisaje distinto. Desde el altiplano cundiboyacense hasta la inmensa llanura, cada viaje nos saluda con los colores de la bandera en el azul del cielo y el pie de monte llanero, acompañado del mágico sonido de las garzas de todos los colores.

Una canción llanera, un poema, una ranchera, música popular, de plancha o un vallenato son, en cada jornada, la fiel compañía de los viajeros y profesionales al volante. Es en estos momentos cuando más debemos recordar los principios y valores que nuestros padres y fundadores de esta gran empresa nos inculcaron. Estos principios deben ser nuestros faros en la oscuridad de una sociedad que a veces parece más una “suciedad” debido a la ausencia de valores y principios, por desconocimiento o por indiferencia ante la realidad que vive hoy nuestra patria.

Vivimos en la teoría del “me importa un comino”, como decimos popularmente, que se refiere a la falta de compromiso ante una situación o suceso. Nunca habrá un borrador para corregir el pasado, pero siempre habrá un lápiz para escribir el futuro. Y este futuro se escribe con "T" mayúscula de trabajo, con amor a la empresa, a la familia, al país. Se escribe con pasión por lo que hacemos, porque esa es la mejor forma de dejar de trabajar: cuando hacemos lo que nos gusta y amamos, cuando todo lo que hacemos tiene un motivo y una razón de ser. ¡Tu futuro es nuestro futuro!

"El futuro se escribe con T mayúscula de trabajo"

Hoy los invito a evocar en cada hogar, en cada familia, en nuestra misma empresa, todos esos principios y valores que se han dejado de escribir en la pizarra de la historia de cada uno. Que nos reconozcan como una empresa que se destaca por la alegría de servir, por la amabilidad y el sentido humano, porque eso es lo que transportamos: hombres y mujeres, niños, niñas y jóvenes, ancianos que, sin duda, son muy importantes para las familias fieles a esta marca. A esa "M" con mayúscula que se asoma a lo lejos de la inmensa llanura o de los espejos que produce el pavimento en cada recta… es la grandiosa "M" de Flota La Macarena que hoy les ha traído a doña Nubia y sus hijos para decirnos: ¡Hay que volver al campo!

No con promesas tibias de políticos, sino con el entusiasmo y el amor que nos dejaron nuestros antepasados y, seguramente, muchos de nuestros padres. Porque sin campo no hay ciudad, pero sin una ciudad que aproveche lo que produce el campo, tampoco somos nada… No estamos en el mismo barco, ¡no! Estamos en el mismo mar: unos en barca, otros en canoa, otros en lancha y quizá otros nadando con todas sus fuerzas para sobrevivir a la inmensidad de este mundo lleno de retos y tempestades. Que el ADN naranja que nos identifica como organización sea ser buena gente, o como decimos en Boyacá, ¡"buena papa, mijo"!

Hoy los saludo en este mes del amor y la amistad para agradecerles todo el cariño que me brindan en cada celebración, en cada encuentro, y que sea Dios y la Santísima Virgen María, nuestra madre, quienes los bendigan en sus hogares y, desde luego, a nuestra querida empresa de Flota La Macarena, que es siempre "MUCHO MÁS DE LO QUE USTED SE IMAGINA".