Ibagué por carretera

Por: @elprofedelosbuses

Siempre hemos identificado a Ibagué como la capital musical de Colombia, una ciudad llena de espacios culturales que invita a conocer. Buscando precisamente una nueva aventura, nos fuimos muy temprano hacia Ibagué, viajando en Flota La Macarena desde el terminal de transporte del Salitre en Bogotá. Nuestra experiencia inició a las 5:00 a.m., un buen horario para llegar con tiempo y disfrutar las fiestas de San Juan y San Pedro.

Nuestro recorrido fue tranquilo al salir de la ciudad, con una parada en el terminal del sur, donde nos esperaban otros pasajeros, animados por la perspectiva de disfrutar de las actividades culturales y gastronómicas. Salir tan temprano nos permitió recibir el amanecer en una mañana fría, pero, con los kilómetros recorridos, se iba calentando el ambiente fiestero que tanto nos gusta a los colombianos.

Continuando nuestro viaje, seguimos por la autopista sur, pasando por un costado de la vía donde Flota La Macarena también tiene rutas hacia Mesitas del Colegio y Viotá. Empezamos a encontrar muchas obras de infraestructura que el gobierno está realizando para mejorar la conectividad. Aunque generan un poco de incomodidades en el recorrido, permitirán agilizar el tránsito y llegar al destino de manera más rápida y segura. Aquí, el paisaje cambia y empezamos a ver más verde, en un recorrido que nos lleva por los municipios de Silvania y Fusagasugá, y ese descenso hacia el sector conocido como Boquerón, un lugar que me trae muchos recuerdos, y creo que a muchos de ustedes también. Siempre escuchamos hablar de la famosa Nariz del Diablo, esa piedra que sobresale de la montaña cuando vamos rumbo a Melgar bordeando el río Sumapaz. Ya con el calor y la cercanía a la capital musical de Colombia, vienen a la mente los sabores de la comida tradicional: los tamales, la lechona, esos platos tan típicos de esta región. En nuestro viaje, vamos en búsqueda de una de las mejores lechonas que se pueden comer en Ibagué.

"Las oportunidades que uno tiene al viajar en bus y recorrer caminos y nuevos destinos nos permiten conocer, compartir y sobre todo llenarnos de nuevas experiencias. Esas experiencias que nunca sabemos cómo serán, pero viajando con Flota La Macarena serán mucho más de lo que imaginas"

Luego de cruzar gran parte de la vía que conecta la capital con el departamento de Tolima, nos quedan imágenes de paisajes, túneles y viaductos que permiten una conexión directa con Ibagué. Cada kilómetro recorrido queda en el recuerdo de cada viajero: algunos rumbo a disfrutar de las fiestas y otros por trabajo u obligaciones, pero lo importante es que mantenemos la tradición de viajar en bus.

Tras varias horas de camino, llegamos al terminal de transporte de Ibagué, el cual estaba decorado, y sus empleados, respetando la tradición, portaban trajes típicos de la región, con pañuelos rojos y sombreros que invitaban a un baile típico colombiano.

Esta fue una oportunidad para pensar en lo maravilloso que es llegar a Ibagué, donde podremos disfrutar del día de la Lechona, una fiesta tradicional donde se reúnen muchos artesanos y profesionales de la cocina para engalanar la famosa lechona. Esta preparación a base de cerdo, acompañada de arepa.

Llegamos a la plazoleta frente a la Gobernación del Tolima e iniciamos un recorrido por los diferentes puestos, buscando la mejor lechona. Ante tanta oferta, una familia logró convencerme de probar la suya, y créanme que no me equivoqué: una verdadera delicia, llena de carne con un sabor que me recordó tantas fiestas familiares y de amigos donde siempre se comparte la lechona. Allí logramos atraer miradas con nuestra camiseta del ADN naranja de Flota La Macarena, invitando a los viajeros y locales a utilizar los servicios de esta gran compañía.