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Ricardo Henao Periodista y Comentarista
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Ansiosos de vivir una nueva y maravillosa experiencia turística, nos desplazamos desde Bogotá hasta el pujante y pintoresco municipio llanero de Cumaral, donde se celebran cada año importantes eventos de vaquería y coleo de toros. Una gratísima estadía que Aventuras Macarena les cuenta a nuestros lectores en esta nueva edición. Esta es una invitación para que también se animen a realizar este viaje y disfrutar de sus variados atractivos turísticos, paisajes, música, gastronomía, hospitalidad e idiosincrasia de los cumaraleños, a solo 27 kilómetros de Villavicencio, capital del departamento del Meta.
Después de dos horas de viaje por una carretera con extraordinaria vista, puentes y túneles fantásticos, desde lo alto de Villavo pudimos vislumbrar el esplendor y la inmensidad del llano, realmente espectacular. Transitamos grandes avenidas en medio de la gran actividad que se vive en esta capital hasta llegar al corredor vial que conduce a Cumaral, por la ruta Restrepo, Monterrey y Yopal. De ser reconocido en sus inicios como Boca de Monte, a este municipio situado en el piedemonte llanero se le denominó posteriormente Cumaral, dadas las extensas plantaciones de palma de cumare que rodeaban este territorio. Este destino está bañado por una riqueza natural impresionante, destacándose por sus abundantes recursos hídricos y reservas naturales ideales para el turismo ecológico.
Cumaral, capital mundial de la mamona
A las puertas de nuestro esperado destino hicimos un alto en uno de los más gustosos restaurantes que rodean el municipio para premiar nuestros paladares con una exquisita mamona, carne tierna y sabrosa, impregnada de los aromas y sabores únicos de la región, tal vez el plato más representativo de Cumaral: preparado a base de carne de res sazonada y cocinada lentamente en un hoyo de tierra, donde se le agrega leña para mantener un fuego constante. Al estudiar la carta, nos prometimos de regreso escoger entre la rica oferta gastronómica que nos ofrece este municipio: sopa de mute, un guiso delicioso y reconfortante; la inigualable fritanga; el sancocho de gallina criolla; mazorcada y pinchos, entre otros deliciosos platos típicos.
Ciudad de cuidados
Luego del suculento almuerzo, fue muy grato encontrarnos con hermosas calles y separadores adornados con árboles de la región, lo cual identifica a la población con esta gran leyenda que encontramos en el Parque Central: “Cumaral, Ciudad de Cuidados”. Curioso y simpático, nos llamó la atención encontrar cerca un banco para descansar, bajo el nombre “El Banco de los Chismes”. Luego nos pusimos en la grata tarea de conocer aquellos sitios destacados del municipio: primero nos detuvimos en la Iglesia de San Roque, que con una arquitectura imponente sobresale por su belleza y altura de sus torres. Es el epicentro del Parque Central y para los cumaraleños un auténtico tesoro. En seguida, nos generó especial impacto la Plaza de la Consulta, una mega obra que le ha cambiado la cara a la ciudad, ya que cuenta con un espacio cercano a los 20.000 m², incluidas sus calles. Allí se destaca la línea de iluminación con postes que son una réplica de la palma de cumare. Igualmente, quedamos sorprendidos con la gran Villa Olímpica, la cual cuenta con juegos en forma de animales, senderos ecológicos, una pista de skateboarding (deporte de patineta), ciclorrutas, pista doble propósito (atletismo y patinaje), plaza de eventos, gimnasio y zonas de tejo.
Lugares infaltables para ver y disfrutar
No podíamos dejar de lado nuestra incursión por aquellos atractivos turísticos que son muy visitados: fuimos a conocer en la inspección de Guacavía el polideportivo y el Puente Colgante Guacavía. Aquí pudimos disfrutar del sol y una maravillosa vista de los llanos orientales. En los alrededores nos ofrecieron rodajas de piña, refrescos de leche, jugos naturales y helados exóticos de mil sabores: aguacate, remolacha, chontaduro, yerbabuena, queso y bocadillo.
Así mismo, nos prometieron el mejor sancocho de gallina de Cumaral. Posteriormente, a un kilómetro del centro, visitamos Cerro Bendito y disfrutamos de una panorámica impresionante de los extensos llanos colombianos, mientras escuchamos música llanera interpretada por reconocidos artistas de la región, con guitarras, saxofón, arpa, guacharaca, maracas y timbales.
Luego de un merecido descanso y de un “trancado” desayuno en un acogedor hotel del municipio, complementamos nuestro tour por los alrededores de Cumaral: estuvimos en el Caño Cuatro Tubos, lugar ideal para el turismo ecológico, ubicado en la parte noroccidental del municipio. También visitamos la impresionante Cascada La Chorrera, que ofrece un espectáculo visual único y la oportunidad de refrescarse en sus aguas cristalinas. Y dimos por terminada nuestra visita disfrutando del Parque Natural El Triunfo, hogar de una diversidad de flora y fauna, con senderos bien marcados que invitan a los visitantes a explorar la belleza natural de la región.
Será en otra oportunidad ampliar nuestro recorrido, que cuenta con extraordinarios atractivos que el tiempo no nos permitió disfrutar. Pero queremos contarles a nuestros lectores que cada mes de enero se celebra en Cumaral el Encuentro Mundial de Vaquería y Coleo de Toros. Un grandioso evento que congrega un numeroso grupo de artistas nacionales e internacionales, donde sobresalen países de tradición ganadera: México, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, Venezuela y Argentina.
Allí se destacan habilidades para enlazar toros y caballos, superando obstáculos como barriles y estacas. Este es un evento en homenaje a los llaneros que trabajan en los hatos ganaderos y que han dedicado su vida a cultivar las costumbres y tradiciones de su tierra.
Ya regresando a Bogotá y luego de otra obligada sentada para “almorzar a lo llanero”, nos sentimos satisfechos con nuestra visita. Una experiencia inolvidable, “mucho más de lo que ustedes imaginan”. Para despedirnos, queremos reiterarles a nuestros lectores que los llevaremos por nuevos destinos colombianos a donde llegan nuestros vehículos naranja y seguirán siendo bandera de Aventuras Macarena.
